Herramientas de la faena |
Mientras daba pasadas con el cortacésped me di cuenta de que hay unas pequeñas florecitas, muy hermosas, que crecen pegadas al suelo y se abren en cuanto calienta un poco el sol.
Por muy bajo que ponga el corte de la màquina nunca las pilla.
Cuesta pillarlas entre los dedos |
Como estaba yo sola empecé a pensar en que las margaritas, las manzanillas, pequeños lirios y otras flores del campo que se estiran mucho para que las veamos, desaparecen en cuanto pasa el cortacésped o el tractor, en el campo, pero estas que os cuento resisten y con su belleza le dan un bonito color a la pradera.
Haciendo sociología "de campo" se me ocurrió que con muchas personas pasa igual que con las flores silvestres. Si presumen mucho y tienen demasiada visibilidad pública, tienen màs peligro de desaparecer que, si intentan pasar desapercibidas apegadas a la tierra y procurando no asomarse mucho al exterior. Al final son las que le dan color al campo o quizá también a la vida.
A lo mejor me puse a pensar en estas cosas porque estamos en campaña electoral y hay demasiados candidatos. Alguno será flor de un dìa y otros quizá nos alegren un poco la vida en los próximos cuatro años.
¡Què vida màs dura! |
A veces canturreo mientras trabajo en el jardín. O hablo con la gata Cloe que me persigue hasta que decide irse a dormir. Ayer me diò por hacer comparaciones entre "flores". Cosas mìas.
Abuela Ana