¿Quién no recuerda la primera frase, del capítulo I de la novela?: "En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor".....
Esta es una costumbre bonita y yo, creo que casi todos los años que puedo recordar, he procurado al menos "recitar" esta primera frase o leer algún capítulo de los que más me gustan. Nunca me he animado a ir a hacerlo en público.
Sin embargo, si tengo un recuerdo muy vivo de mi infancia, de mi primer colegio, una "escuela unitaria" o sea un aula compartida por niñas de diferentes edades desde los seis hasta los catorce años, de la que se iban marchando las alumnas que empezaban el bachillerato a los diez.
Pues bien, en mi clase de Doña Teresa, uno de los libros de lectura era El Quijote, en versión para niños, así que esa lectura compartida que tenías que seguir con toda atención o te mandaban al último lugar de la fila si te equivocabas o te perdías, la hacíamos casi a diario y cuando se acababa el libro, volvíamos a empezar.
Así que hoy, además de contar a mis nietos otra historia de mi niñez, he pensado que voy a romper la tradición y voy a invitar a la lectura de otros dos libros, que cuento entre mis novelas favoritas.
La Regenta, de Leopoldo Alas "Clarín", se publicó en 1884 y comenzaríamos la lectura ....
"La heroica ciudad dormía la siesta. El viento sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el norte".... "Vetusta, la muy noble y leal ciudad, corte en lejano siglo, hacía la digestión del cocido y de la olla podrida, y descansaba oyendo entre sueños el monótono y familiar zumbido de la campana de coro, que retumbaba allá en lo alto de la esbelta torre en la Santa Basílica"......
(Homenaje de la ciudad de Oviedo (Vetusta) al personaje de La Regenta), (Fot. Guada) |
Otra novela a la que os invito a disfrutar de su lectura es Fortunata y Jacinta (Dos historias de casadas) de Benito Pérez Galdós, publicada en cuatro tomos entre enero y junio de 1887.
..."Juanito no pecaba de corto, y al ver a la chica y observar lo linda que era y lo bien calzada que estaba, diéronle ganas de tomarse confianzas con ella.
¿Vive aquí - le preguntó- el señor de Estupiñá?
¿Don Plácido?.. En lo más último de arriba -contestó la joven, dando algunos pasos hacia fuera.
Y Juanito pensó: "Tu sales para que te vea el pie, buena bota.." Pensando esto advirtió que la muchacha sacaba del mantón una mano con mitón encarnado y que se la llevaba a la boca. La confianza se desbordaba del pecho del joven Santa Cruz, y no pudo por menos de decir:
-¿Qué come usted, criatura?
-¿No lo ve usted? -replicó mostrándoselo-. Un huevo.
-¡Un huevo crudo!...."(Parte 1: 3,4)
..."Jacinta no se convencía. Quería canarios de alcoba a todo trance, aunque salieran raquíticos y feos; aunque luego fueran traviesos, enfermos y calaveras; aunque de hombres la mataran a disgustos. Sus dos hermanas mayores parían todos los años, como su madre. Y ella nada, ni esperanzas. Para mayor contrasentido, Candelaria que estaba casada con un pobre, había tenido dos de un vientre. ¡Y ella, que era rica, no tenía ni siquiera medio!...Dios estaba ya chocho sin duda"... (Parte 1: 6,1)
Si alguien se anima, seguro que lo va a pasar muy bien. Vale la pena adentrarse en Vetusta, con Ana Ozores o callejear por el Madrid de los Austrias, con Fortunata o con Jacinta
Feliz día del libro
Abuela Ana