He estado mirando cosas sobre la manera de celebrar esta fiesta a través de nuestra geografía y también lo que ha significado en antiguas civilizaciones. No voy a hacer aquí un corta y pega que podéis buscar vosotros mismos, solo quiero pensar en "voz alta" sobre mi celebración en noche tan especial.
El solsticio de verano es, sobre todo para vosotros mis chicos, el final de un curso y el principio de unas merecidas vacaciones. Es el momento de recoger los resultados de vuestro esfuerzo en estos meses. Ya se que no es fácil y que no estáis contentos del todo. Siempre podía haber ido mejor pero eso es lo importante, que seáis exigentes con vuestro trabajo. Yo me siento muy orgullosa de ser vuestra abuela.
Tengo la costumbre, esta noche, de quemar aunque sea de forma imaginaria, todos los malos rollos del último año. Por supuesto que no enciendo una hoguera en la terraza, pero sí he escrito a veces en un papel las cosas malas que me han pasado, los pequeños o grandes disgustos que he tenido en los últimos doce meses y después he quemado el papel. Una buena amiga me animó a hacerlo ya hace mucho tiempo y lo cierto es que a mi me ha funcionado.
De este año hay algunos malos rollos que necesito incinerar y pienso hacerlo en cuanto que den las doce.
Luego me dedicaré a recordar las cosas positivas y a planificar mi verano, que ya está aquí y quiero disfrutarlo en mi casa en Escalona, con mi familia, mis plantas, los pajaritos del campo y unos cuantos libros para leer a la sombra en los días de más calor.
Me encanta este cuadro: "Mujer leyendo" de Monet (yo me visto más sencillita para leer a la sombra). |
En la Noche de San Juan no puedo dejar de recordar al abuelo. Era el día de su santo y le encantaba celebrarlo. Ahora tengo a mis niños. A Jan en Colonia y a Juan en el piso de arriba. Muchas felicidades a los dos y un beso grande de vuestra
Abuela Ana
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