Las labores más recientes que he terminado con agujas y lana, han sido para mi pequeña Alejandra, mi sexta nieta.
Le hice una toquilla abrigadita, aunque como nació en primavera no la usó mucho. Este modelo de toquilla lo he repetido, con pequeñas variaciones, unas cuantas veces ya que he hecho una para cada uno de los primeros bebés de mis hijos y una quinta toquilla para el bebé de Cristina, a la que quiero mucho y la he visto crecer y convertirse en una estupenda mamá, a la vez que mis hijos.
Tejo, con agujas bien largas, un cuadrado de unos 90 cm. de lado a punto de pluma (facilísimo, nada complicado) y luego remato todo alrededor con ganchillo haciendo primero un pasacintas y luego varias vueltas de palotes hasta que quede un pequeño volante. Al final la toquilla no es nada pesada y tiene un tacto suave y cálido.
No conservo fotografía de casi ninguno de los muchos abriguitos, chalecos y jerseis que les he hecho a mis peques pero, con la ropita para Alejandra ya he decidido ir guardando los modelitos "para la posteridad".
Por ejemplo estos vestidos con los que parece una muñeca y además va muy abrigadita y cómoda.
Se empieza por el bajo, marcando el dobladillo con una vuelta del revés y se va menguando un punto cada 4 ó 5 vueltas. Al llegar a la sisa se tejen a punto elástico los puntos centrales(como un tercio del total). El cuello va rematado con cuatro vueltas a punto del revés. Las mangas se tejen cogiendo los puntos de la sisa y rematándolas también con cuatro vueltas del revés.
La espalda lleva una abertura con dos o tres botones para facilitar el paso por la cabecita.
Hay bebés a los que les gustan los gorritos. No es el caso de mi peque, aunque por si acaso yo se los hago para los días más frios.
Este lo hice menguando menos
veces en la falda y frunciendo más en el cuerpo (elástico el total de los puntos menos seis p. en el centro para la tapilla). Como adorno una tapilla fingida con tres botones. El cuello está rematado simplemente con un ganchillo y punto bajo.
El gorro, modelo Casa de la pradera, también es "marca Abuela Ana". ¡Qué le vamos a hacer!.
Las rayitas son muy alegres y así se va dando salida a los restos de lana del abriguito rosa.....
Y aquí el colmo de la elegancia, abrigo con doble botonadura y bufanda a juego (también hay gorro con pom-pom igual que la bufanda )
Espero que cuando Alejandra sea mayor también se ria, como sus primos, al ver las labores de la abuela bloguera.
Recordad, "manos ocupadas, cabeza despierta"
Abuela Ana
La toquilla era un éxito siempre que íbamos a la matrona o a la pediatra. Todavía podemos usarla.
ResponderEliminarLos vestiditos igual. Y los gorros, con la de estirados que les hace, le van a valer hasta los 4 años.
Siempre me ha parecido una cosa de magia lo de con un hilo y 2 palitos conseguir éstas cosas...
Me falta el gen ;-)
Me encanta el estilo que tienes para hacer abriguitos y cosas a Alejandra
ResponderEliminary que yo siempre quería aprender a tejer y no ...
jajjajajaajajjajajajajajaja
No te preocupes, nunca es tarde. Yo a tu edad no sabía ni coger las agujas de hacer punto Cuando nos casamos, a la vuelta del viaje de novios, el abuelo me dijo que quería que le hiciera un jersey (no me preguntes por qué), y yo lo empecé y lo terminé para el primer aniversario de boda y porque una amiga me tejió a escondidas las mangas. Ya ves. Luego la necesidad me hizo aprender. Ventajas de ser muuuuy mayor.
Eliminar