miércoles, 25 de enero de 2012

Noche de teatro

Ayer estuve en el teatro, fuí a ver Agosto (Condado de Osage) al Valle-Inclán.
Hacía bastante tiempo que no veía ninguna obra dramática y me comentaron que esta era muy buena pero ya no se podía conseguir entradas. Debo dar las gracias a mi amiga Rosa que me regaló la suya porque no podía asistir ese día.

Sobre Agosto hay muchísima información y aquí solo voy a comentar como viví yo mi tarde de teatro.

Con la sala completamente llena, durante las tres horas y cuarenta minutos aproximadamente que dura la representación, no se oía ni una tos. El argumento es muy duro, la interpretación es buenísima y aunque las situaciones sean límites, yo creo que todos los que estábamos allí nos veíamos reflejados en algún momento.

En una vieja casa de madera, con tres alturas, como decorado único, transcurre toda la obra. En escena una familia en la que están presentes tres generaciones, los mayores vivieron su mejor momento en los 60, las hijas y sus parejas pasan ya de los 40 años y la nieta dice que tiene 15 (en realidad solo 14). También tiene un papel clave la criada, una india cheyenne.

Partiendo de la desaparición y posterior suicidio del patriarca de la familia, van saliendo a la luz todos los demonios de cada uno de los personajes, en escenas sucesivas en el tiempo: el funeral, la comida posterior, los planes para el futuro de la abuela...., todo ello mezclado con alcohol, exceso de medicamentos, dolor, infidelidades.

Debo decir que se agradecen muchísimo los exabruptos que sueltan los protagonistas en medio de la mayor tensión porque las carcajadas en el patio de butacas suenan a auténtico respiro del espectador.

El final no deja mucho sitio a la esperanza.

Un gran éxito de Tracy Letts, la versión española es de Luis García Montero y la dirección de Gerardo Vera.  El reparto de actores es fantástico y todos están a la altura pero hay dos mujeres inmensas, geniales que son Amparo Baró y Carmen Machi ó Carmen Machi y Amparo Baró ante las que hay que ponerse de pie y aplaudir hasta que duelan las manos.  

Abuela Ana

domingo, 22 de enero de 2012

Un libro del Día de Reyes

El día de Reyes recibí regalos, porque había sido buena, entre ellos un par de libros que ya he leído y que quiero comentar en el blog.

Uno es la novela de Ana R. Cañil, Si a los tres años no he vuelto. Quería leerlo y lo había pedido en la carta a SSMM.



(Portada con una fotografía de la Travesía del Nuncio, en Madrid)


Es una novela que cuenta una historia de amor con unos protagonistas ficticios, pero que bien pudieron haber sido reales porque lo que narra con maestría y con una documentación seria y veraz, es la terrible experiencia de las mujeres, madres, encarceladas por delitos políticos, después de la guerra civil española, en la cárcel de Ventas de Madrid, y en la prisión para madres lactantes de San Isidro.

En plena sierra de Madrid, por la zona de Rascafría y El Paular se encuentran dos jóvenes, casi adolescentes. Ella vive en la zona y él va de vacaciones con los profesores de la Institución Libre de Enseñanza de la que forma parte su padre. Ella, Jimena, ayuda en los trabajos domésticos del hotel a su madre y a su abuela y él, Luis, se enamora de ella y vuelve a buscarla cuando ya ha comenzado la guerra civil y está formando parte de un destacamento de esquiadores del ejército de la República, que está en la zona.

Son dos mundos distintos pero después de salvar los obstáculos se casan en Madrid en plena guerra.

Cuando acaba en 1939, Luis es perseguido y se marcha de España, Jimena que espera escondida para poder reunirse con él, es denunciada por su suegra y enviada a la cárcel de Ventas sin ningun motivo claro.
En la cárcel, Jimena da a luz a su hijo Luisito.

A partir de ese momento, la autora nos va adentrando en lo más sórdido de las maniobras de los vencedores para arrebatar a las madres a sus hijos con la "buenísima intención" de alejarlos de las ideas de sus padres y recuperarlos para la nueva España.

A lo largo de cerca de 400 páginas va desgranando episodios de camaradería entre presas, de dolor, de horror y de la enorme fuerza de aquellas mujeres que en su mayoría estaban prisioneras por ser hija, madre, hermana o esposa de un combatiente republicano. Además de las que habían pertenecido a organizaciones de izquierda.

Entre el texto de la novela aparecen dos romances populares de los recogidos en  Flor nueva de romances viejos,  El de La condesita y el de La loba parda, dando unos versos del primero, título a la novela.

A mi me ha gustado, y la recomendaré con otras como, La voz dormida de Dulce Chacón ó Mala gente que camina de Benjamín Prado, que tienen mucho que ver también con el tema de Si a los tres años no he vuelto.

Abuela Ana

Tiempo de labores I

Cuando llega el invierno y fuera hace mal tiempo, apetece quedarse en casa y aprovechar para hacer alguna labor.

Yo no soy para nada una experta. Pongo buena voluntad, eso si. Y con la intención de ocupar las manos y también la mente me embarco en pequeñas labores para mis nietos o para regalar a mis amigas.

El primer paso, cuando decido ponerme manos a la obra, es pasarme por la plaza del Marqués Vdo. de Pontejos (curiosa placa del callejero, porque la marquesa era ella) y las calles que la rodean en donde encuentro todo lo que se pueda imaginar a la hora de hacer labores.

Si voy a tejer algo con lana, mi visita es a Lanas Sixto, en Atocha, 9  frente a la Iglesia de Santa Cruz. Allí encuentro siempre lo que busco en colores, grosor y calidad. Es un comercio de los de mostrador de madera, anaqueles pequeños llenos a rebosar de lanas ordenadas por tonos de color. Es como si estuvieras de tiendas con las protagonistas de Fortunata y Jacinta (que vivían por la zona).

Con los materiales necesarios ya solo queda ponerse cómoda, buena luz, música o  televisión si no es un punto complicado y ¡adelante!.

De alguna de las últimas cosas que he hecho tengo fotografías de la labor terminada y también guardo alguna de labores antiguas que me gustaron especialmente.

Por ejemplo, un jersey para mi nieta mayor, que eligió el modelo y los colores personalmente acompañándome a la calle Atocha.



También conservo la foto de otro jersey, esta vez para uno de mis nietos, que me pidió un jersey con la inicial de su nombre bien visible. También le hice la bufanda de Harry Potter, pero no debí hacer foto.




Otro tipo de complementos que me encanta hacer son las bufandas. Cada invierno hago unas cuantas porque es lo más sencillo y relajante, Las tejo mientras veo la televisión y suelo regalarlas a mis amigas.

El año pasado hice algunas que quedaron muy graciosas.



 Tejida con agujas del nº 7 y lana multicolor.


La hebra es un pequeño volante que se teje a punto liso poniendo 10 puntos en la aguja y girando la labor siempre en la misma dirección.

Otra labor que también me gusta hacer es el crochet, o tejido con ganchillo. Suelo rematar así otras labores hechas con agujas de punto y también he hecho chales, tapetes o toquillas totalmente con el ganchillo.

 Conservo la fotografía de una toquilla que hice para regalar a una amiga muy querida que estaba muy malita y que la recibió con mucha ilusión.


 La toquilla de Elvira 

Hasta aquí una pequeña muestra de mis "habilidades", seguiré poniendo en el blog más cosas que tengo guardadas y sobre todo las labores que me ocupan en la actualidad que son principalmente para la más chiquita de la familia, mi nieta número seis.

Ya sabéis: manos ocupadas, cabecita despierta.

Abuela Ana

martes, 17 de enero de 2012

El día de San Antonio Abad. San Antón


San Antonio Abad, San Antón para los amigos, es el santo patrón de los animales.

La tradición de llevar a los animales domésticos a recibir la bendición en la capilla del santo el día 17 de enero, es muy antigua y yo recuerdo de mi infancia las caravanas de carros , -cuando en Madrid circulaban a primera hora de la mañana pequeños carros tirados por caballerías que repartían mercancías, se utilizaban para mudanzas y para la recogida domiciliaria de la basura- que bajaban desde el barrio de Tetuán y Cuatro Caminos por Santa Engracia, mi calle,  hacia la calle Hortaleza,  en donde los frailes de San Antón bendecían a los animales.

Era una caravana pintoresca en la que los conductores se disfrazaban, las caballerías llevaban adornos de papeles de colores en los correajes y celebraban el día del Santo como una verbena popular.

Que la bendición se hiciera en las Escuelas Pías de San José de Calasanz se explica porque al anexionar al antiguo colegio de los escolapios, a finales del S.XVIII, unas casas en la calle San Mateo, también solicitaron la anexión de un antiguo hospital de leprosos que había estado a cargo de los clérigos de San Antonio Abad y que se encontraba vacío al haber sido suprimida la Orden en 1787. Conseguido todo el conjunto de edificios, se llevó a cabo una profunda reforma conservando la iglesia de San Antón, de estilo barroco y a  partir de entonces el colegio se llamó Escuelas Pías de San Antón.

En la actualidad se ha rehabilitado por dentro para albergar el Colegio de Arquitectos de Madrid.

Hasta aquí la efeméride y ahora os voy a hablar de:


MI GATA LUNA

Luna lleva con la familia más de 16 años. Llegó a casa, con dos o tres meses como regalo de cumpleaños para mi hija pequeña que cumplía 18 años.

Hace 15 años también echó de menos al abuelo Juan, que le hacía caricias y la dejaba dormir la siesta a los pies de su cama.

Como Luna había crecido en esta casa, mi hija la dejó conmigo cuando se casó y desde hace casi seis años es mi compañera de piso.

No la he llevado nunca a la bendición de los animales, pero todos los años, en esta fecha, yo pido porque siga haciéndome compañía.

De esas siete vidas que se dice tienen los gatos, Luna ha gastado ya diez o doce, porque nos ha dado muchos sustos. Es diabética y desde hace cinco años le pongo sus inyecciones de insulina dos veces al día. No necesito mirar la hora porque ya viene ella a buscarme cuando toca pincharla.

Conoce el ruído del ascensor, mis pasos en la escalera y cuando entro en casa sale a recibirme haciendo sonar el cascabel de su collar. Ahora anda más despacio y le gusta pasar horas y horas en su sillón (que era el mío), durmiendo al solecito que entra por la ventana.
                                                               Luna, en su sillón
Podría contar muchas más cosas de mi gata Luna pero no quiero ponerme ñoña. Así que solo os invito a tratar muy bien a vuestras mascotas, que no son juguetes, que son animales de compañía y no podéis imaginar de cuánta compañía en muchas ocasiones.

Abuela Ana



lunes, 9 de enero de 2012

Pequeñeces

Hoy me ha hecho gracia ver que el anagrama de Google hacía un homenaje al autor del cuento El ratón Pérez, en el 161 aniversario de su nacimiento, con el dibujo de un ratón que lleva en una mano un diente y en la otra una monedita dorada.

El Padre Luis Coloma, autor del cuento, fue un sacerdote jesuíta, dedicado a la enseñanza, autor de muchas Lecturas recreativas, cuentos infantiles, relatos religiosos y alguna novela mayor. Toda su obra tiene una clara intención educativa y moralizante, recoge mucha tradición popular de coplillas y refranes y puede ser realmente entretenida. Fue miembro de la Real Academia Española.

El cuento El ratón Pérez,  que el P. Coloma  escribió a petición de la reina María Cristina para regalárselo al pequeño Alfonso XIII, cuando se le cayó un diente, pasó a ser un cuento popular y con el paso de los años solamente quedó la costumbre de que los niños pusieran bajo la almohada el diente que se les había caído y por la mañana encontraban un regalito (generalmente una moneda), que les había dejado el ratón a cambio de su diente.

Hace unos años, con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, se hizo una edición en formato cuento infantil ya que El ratón Pérez era un ilustre madrileño que tenía su nido en una mantequería de la calle Arenal nº 8, que no estaba muy lejos del Palacio de Oriente.

De las novelas mayores -como consta en sus Obras completas- la más conocida es Pequeñeces. Es una novela ambientada en la vida aristocrática y de la corte de finales del siglo XIX. La versión cinematográfica de esta novela del P. Coloma , fue todo un éxito del cine de los años 40 -del siglo pasado- y en el reparto de actores estaban los mejores del momento. Aurora Bautista, genial en el papel de Currita Albornoz, la protagonista; un guapísimo Jorge Mistral; un niño con rizos y mirada de ángel que era Carlos Larrañaga, ...

Es una novela que leí hace muchos años y la película la he visto muchas veces. Siempre en la televisión porque cuando estaba en los cines estaba clasificada "3", para mayores, y yo no tenía edad....

Estoy contando todo esto porque no hace mucho, en mi grupo de lectura, comentamos una novela de Irene Némirovski,  El baile, y entonces recordé unas escenas de Pequeñeces, las finales y más dramáticas en las que la protagonista comprueba como toda la aristocracia madrileña rehusa asistir a una gran fiesta que ha preparado en su palacio, como castigo a su "pecado de mujer casquivana" y su mala reputación. En la novela de Némirovski, la madre de la protagonista se siente  igual de rechazada que Currita Albornoz, pero la causa es la venganza de su hija que la odia y ha tirado todas las invitaciones del baile al Sena para que no las recibiera ningún invitado.

Bueno, las lecturas de nuestra vida forman parte de nuestra memoria y a veces hay escenas que las encuentras de nuevo y te suenan y piensas esto lo he leído ya en otra historia.

La culpa de este rollo, la tiene Google, por dibujar al Ratón Pérez. Y yo,  por mi manía de enlazar cosas como las cerezas en una cesta.

Abuela Ana

domingo, 8 de enero de 2012

Tiempo de rebajas

Ayer empezaron oficialmente las rebajas. Es un día en el que las calles y las tiendas cambian drásticamente de aspecto. Las luces, estrellas y árboles adornados desaparecen y en su lugar cuelgan enormes carteles que ofrecen precios rebajados en todos los artículos.

En casa también hay que cambiar la decoración. Guardamos con cuidado y cariño las figuritas del Belén, envueltas en papel, una a una, para las próximas Navidades. Los adornos del árbol, las pequeñas cosas que, colocadas en sitios estratégicos,  nos han recordado durante casi un mes que era tiempo de fiesta. Cómo siempre, se te olvida recoger algo que encuentras cuando ya has pegado la caja de los adornos con cinta de embalar.

En los comercios las rebajas sirven para dar salida a lo que no han vendido en temporada y en casa también tenemos que dar salida a los paquetes envueltos en aluminio que hemos ido almacenando en el congelador, a las cajas de dulces medio llenas que quedan en la despensa y a las bolsas envasadas al vacío que hemos acumulada en la nevera, por si hacían falta.

También en este tiempo de rebajas es cuando tenemos que poner en marcha todos los buenos propósitos que hemos hecho al principio de año, para cuando acabaran las fiestas.

El nuevo año es el mismo para todos, pero de cada uno de nosotros depende que sea un buen año o que se nos pase sin haber cumplido nada de lo que nos propusimos.

A mi, por ejemplo, me ha pasado una cosa curiosa: toda la ropa de mi armario ha encogido y no se por qué. Así que tendré que encoger yo también para poder volver a ponérmela. Este va a ser el primer recorte de año nuevo que tengo que hacer con urgencia. Recortar calorías y recortar horas de sofá.

El tiempo de rebajas también es un tiempo de bajón para algunos. Así que chicos y chicas ¡arriba los corazones, y a por 2012 que va a ser un año estupendo!


Abuela Ana

viernes, 6 de enero de 2012

Con un libro en la mano

Una de mis actividades más habituales es la lectura. Siempre me ha gustado mucho leer y desde hace años pertenezco a un grupo de "Lectoras". Esto me obliga a leer lo que me apetece a mi sola y también a leer obras que luego comentamos en el grupo. Es una actividad muy recomendable porque de un título se pueden sacar lecturas diferentes que enriquecen el resultado final.

No voy a hablar de los libros que ya hemos comentado desde octubre de 2011 porque este blog ha empezado su camino hoy, pero si os contaré que, acertamos con el primero que fue Los enamoramientos de Javier Marías, disfrutamos con Muerte en Venezia de Thomas Mann, nos dio mucho que pensar La mano invisible de Isaac Rosa, nos acercamos a los Cuentos de Hoffmann leyendo El hombre de arena y en nuestra próxima reunión, el día 12 de enero, comentaremos El mapa y el territorio de Michel Houellebecq, último Premio Goncourt de novela.

¿La elección de los títulos?.. no sabría explicarlo muy bien pero hay intuición, alguna sugerencia, información boca a boca. Queremos leer cosas nuevas pero sin olvidar a los que forman parte de la historia de la literatura.
Cuando comentemos El mapa .., os contaré.
Abuela Ana

Mi primera vez

Esta es la primera vez que voy a escribir en el blog que me han traído hoy los RRMM. Estoy como una adolescente delante de su primer diario, ya, ya se que no es igual, que aquí no vamos a meternos en intimidades pero va a ser toda una experiencia.
Espero que los que me visitéis en el futuro lo hagáis con benevolencia y comprendáis que en estos trabajos soy novata.
Sed bienvenidos y con toda libertad para opinar.
Abuela Ana

Una abuela 2.0

Éste blog no lo he hecho yo. Me lo han regalado. El propósito es que hable en él de las inquietudes que he tenido, tengo y tendré; que son muchas. Entre otras, aprender a manejarlo yo sola.

Porque soy una abuela de seis nietos, pero soy mucho más que eso. Y no me resisto a quejarme cuando oigo por la tele expresiones del tipo "una anciana de 68 años"...

Así que aquí contaré a familia, amigos y demás visitantes sobre mis aficiones, la lectura, las labores, la zarzuela, el cine, la jardinería... y mis seis nietos, claro.