jueves, 1 de marzo de 2012

La Biblioteca Nacional. Recuerdo de Elena Andrés

Hoy es el 300 aniversario de la inauguración de la Biblioteca Nacional y yo quiero aprovechar para dedicar un recuerdo muy especial a la persona que, siendo yo muy pequeña, me inició en la lectura.

En la misma casa en donde yo nací, en la calle Santa Engracia, vivía una señora, Doña Elena Andrés, que era funcionaria de la Biblioteca Nacional y, quizá por su trabajo, se fijó en una niña que siempre andaba leyendo cuentos o historias de hadas de las que se publicaban en los años 40. En aquella época los niños pasábamos muchísimo tiempo en la calle porque teníamos árboles y bancos en donde poder sentarnos y jugar sin peligro.

Elena Andrés fue mi "proveedora" de lecturas infantiles. Fué trayéndome todos los libros de Elena Fortún, las historias de Celia, de Cuchifritín, de Mila y los primos....Más adelante las novelas de Louise May Alcott, Mujercitas, Aquellas mujercitas, Los cuentos de Jo.... Me descubrió las de Charles Dickens, las de aventuras de Emilio Salgari, de Julio Verne... Nunca se cansaba y a veces a mí me daba vergüenza decirle que ya había terminado un libro y esperaba dos o tres días más, antes de pedirle que me lo cambiara por otro nuevo.

Cuando yo era pequeña y durante los cursos del bachillerato había salas de lectura a las que se podía acceder sin ser universitario ni investigador. Incluso, recuerdo que en la primavera había unas jornadas de lectura infantil en las que colocaban mesas y sillas en los jardines que rodeaban entonces el edificio y se llenaban de escolares que disfrutaban allí del préstamo de libros para niños. Yo fuí varias veces de la mano de mi querida vecina. Mi madre me ponía reguapa y ella me llevaba toda orgullosa a su lugar de trabajo.

No hace mucho vi unas imágenes de esas jornadas en la parte documental en blanco y negro que aparece en los capítulos de la serie de TVE, Amar en tiempos revueltos. Supongo que son imágenes del NO-DO. Y me hizo muchísima ilusión.

Así que hoy, que se cumple ese aniversario de la Biblioteca, yo quiero dedicar esta entrada a la persona que llenó mi infancia de sueños impresos y me hizo lectora, para toda la vida.

In memoriam  Elena Andrés.

1 comentario:

  1. Mira por dónde, con la pequeña alusión que me diste el otro día, me encuentro contigo en este espacio.
    Me ha encantado porque yo debo de ser, por la edad, de las pocas personas que conocía la anécdota y, aún así, me ha encantado leerla.
    Seguiré atento a la pantalla.
    Cuidese...

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